Ya hacía tiempo que no escribía, al menos en público. A pesar de que este humilde blog lleva online desde 2004, apenas he escrito una decena de posts en los últimos 2 años. Se me hace raro responder a la pregunta de ¿tienes un blog?. No voy a entrar en la discusión de si los blogs están muertos o no, de si la blogosfera en realidad existió o de si esto ya no es lo que era. Si no he publicado casi nada últimamente habré tenido mis motivos.
No acuso directamente a la falta de motivación, ni a la escasez de temas de los que hablar (siempre hay algo interesante que contar), ni siquiera al limitado tiempo libre que dispongo. Tal vez culpo a la evolución de la manera de comunicarse digitalmente, que como en otros ámbitos, es inevitable. Siempre he aplaudido la progresión y nunca he temido a los cambios. Por esa razón, nunca digo que los blogs hayan muerto, sino que los medios digitales han evolucionado y las personas con ellos. Años atrás si encontraba algo interesante que contar, lo analizaba en mi blog personal, la gente comentaba y enlazaba mis contenidos, se creaba una conversación. Hoy en día cuando encuentro algo interesante comparto el enlace con mis seguidores en Twitter, éstos vuelven a compartirlo con sus propios seguidores y así sucesivamente. Se ha perdido espíritu crítico, opinión y profundidad sobre los temas a tratar, pero se ha ganado difusión e inmediatez en la propagación de contenidos. Ahora el flujo de información que una persona puede consumir en un día es mucho mayor que en años atrás. Los usuarios cada vez generan menos contenidos, pero consumen más, dejando a los medios profesionales ese rol de productores.
Hace un par de semanas asistí a Evento Blog España 2011, que se celebró como de costumbre en Sevilla. Fue la sexta edición si no me equivoco. No iba desde 2009 y mucho había cambiado desde aquella primera vez en 2006. Muchas caras nuevas, mucha ausencia. Ya no se hablaba de trackbacks, comentarios o Technorati. No me atrevo a decir que el evento está en decadencia, pero sí es cierto que se habló de todo menos de blogs. De todos modos, mi más sincera enhorabuena a la organización por seguir durante tantos años al pie del cañón, pero quizás pronto tendrán que aplicarse al dicho popular de renovarse o morir.